Un banco capitalista es una empresa que obtiene beneficios centralizando gran cantidad de dinero que presta a la vez que realiza una serie de servicios financieros.
Efectivamente, junto a la actividad principal del banco que es el préstamo, esta empresa hace funciones de caja y ahorro mediante la recolección de saldos monetarios dispersos (depósitos) y su gestión (apertura de cuentas, cobros, pagos, tarjetas, cheques, descuentos, entre otros). Por su gestión el banco suele cobrar comisiones.
Veamos de dónde vienen los recursos que maneja el banco. Por un lado, como cualquier empresa, el banco tiene una financiación propia, compuesto por las aportaciones de sus accionistas (capital social del banco) y los fondos que ha sumado como consecuencia de los beneficios pasados y no distribuidos (reservas).
Además, el banco atrae dinero en su función de caja y ahorro. Así reúne los saldos monetarios de empresas, hogares y administraciones, tanto temporales como permanentes (ahorro). Estos fondos toman la forma de cuentas corrientes (cuando el titular de la misma puede recuperar el dinero depositado o pagar a una tercera persona simplemente firmando un cheque o mediante adeudo en cuenta), de ahorro o a plazo.
En general, el banco paga un tipo de interés (interés pasivo) por estos depósitos, que suele ser mayor cuanto mas restricciones hay para la recuperación del dinero. En el caso de las cuentas corrientes, el tipo de interés es muy reducido o inexistente.
Veamos ahora cómo emplea el banco los recursos que ha reunido.
En primer lugar, el banco, como cualquier empresa, debe realizar unas inversiones en edificios, ordenadores, material de oficina, etc. Así como contratar a la fuerza de trabajo necesaria para realizar la operativa del banco.
Otra parte de los recursos del banco han de quedar como caja o depósito en el banco central, es el efectivo o líquido, para atender las retiradas de depósitos por parte de los clientes. El porcentaje sobre los depósitos que se mantiene en forma de caja se denomina «coeficiente de caja». Está dictado por la practica (los bancos saben que nunca se retira mas de un 10% de los depósitos, por ejemplo), pero generalmente es una variable regulada legalmente por la autoridad monetaria.
El resto de recursos serán fondos disponibles para realizar créditos. Dichos créditos pueden ser de varios tipos.
Una parte de los fondos será invertido en deuda publica, que son préstamos a las administraciones publicas, de diversos tipos según plazo de devolución o tipo de interés.
Existen préstamos para los hogares, bien al consumo (compra a plazo), bien hipotecarios (con la garantía de un bien, normalmente la vivienda).
Otra parte se destinará a conceder créditos comerciales al sector privado. En la actividad mercantil se realizan ventas a crédito que normalmente se materializan en letras de cambio, cuyo importe menos un interés puede adelantarse mediante el descuento bancario.
Finalmente, una parte de los fondos disponibles se destinará a financiar las inversiones de las empresas en capital generador de ganancia. Pueden tomar diferentes formas: créditos de inversión a medio y largo plazo, adquisición de obligaciones de las empresas (que no son otra cosa que prestamos a un tipo de interés fijo materializados en títulos que pueden ser negociados en el mercado) y adquisición de acciones (fondos facilitados a las empresas que dan derecho a participar en las decisiones de los mismos y en los beneficios).
Por todos estos tipos de préstamos el banco cobra un interés (interés activo).
El negocio bancario consiste en obtener un beneficio por la diferencia entre lo que cobra por sus préstamos (que también es un porcentaje diferente según que sea deuda pública, crédito comercial, crédito de capital, obligaciones, acciones, etc) y lo que tiene que pagar por sus depósitos (que es un porcentaje diferente dependiendo del tipo de cuenta de que se trate). A lo que habría que sumar el ingreso por los servicios bancarios (comisiones), y restar los costes de personal, generales, de funcionamiento, etc, que le representa su gestión.
Así el beneficio bancario estaría dado por: interés activo mas comisiones menos interés pasivo y gastos de gestión.
El beneficio obtenido por el banco, tras pagar los impuestos correspondientes, se distribuye entre: dividendos, la remuneración de los propietarios, por un lado y, por otro, reservas que se retienen en el banco para aumentar los fondos propios de la entidad.
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